domingo, 4 de febrero de 2018

POR QUIÉN VOTAR

UAN CARLOS LÓPEZ CASTRILLÓN
Juan Carlos López Castrillón

El próximo 11 de marzo escogeremos a nuestros representantes en el Congreso de la República. Es una elección cargada de significado por las circunstancias que vive el país y en buena parte, ligada a la de Presidente, seguirá definiendo la suerte de Colombia, especialmente en lo que tiene que ver con la forma como se maneje la etapa del Posconflicto y el modelo de desarrollo que necesitamos para saber si la siguiente generación supera el subdesarrollo.
Quiero iniciar recordando que el objetivo principal de tener en el inventario un Congreso, es el de articular a la estructura del estado un sistema de pesos y contrapesos dentro de un aparato legislativo, expresado en dos cámaras, la de Representantes y el Senado.
¿Qué significa esto? Que los congresistas deben hacer control político y legislar, esa es su esencia, en teoría. Que pasen otras cosas es culpa nuestra. ¿Por qué? Porque ya sea desde la complicidad de “vender” el voto (o intercambiarlo por cualquier cosa), la irresponsabilidad de votar por quién el cacique de turno nos indica o la indiferencia de no votar, ayudamos a que se siga reproduciendo el sistema fallido de hace tantos años.
Por eso al momento de elegir, el principal elemento debería ser el repasar lo que ha hecho un parlamentario durante el anterior periodo (o los muchos anteriores), sus posturas, sus debates, sus logros; y si no está actualmente en el Congreso, preguntarnos qué tan confiable es esa persona que está en un afiche y que nos pide que le entreguemos nuestra representación, porque eso es lo que hacemos al momento de votar, delegamos en un tercero nuestra vocería.
Para ayudar en este ejercicio quiero traer a colación una excelente pregunta que vi en una de las encuestas publicadas la semana pasada: ¿a quién de las siguientes personas le entregaría usted las llaves de su casa? Porque eso es lo que hacemos políticamente al delegar la mencionada vocería y representación, estamos entregando nuestras llaves para que decidan a través de leyes y controles los COMOS.
Por ejemplo: el cómo funciona la salud, que se hace para generar empleo, cómo se castiga a los delincuentes, cuánto se invierte en educación, cómo se eligen los jueces, cómo se distribuye el presupuesto para las regiones, para señalar sólo unos temas básicos. Eso es lo que deberían hacer los parlamentarios y por eso, repito, deberíamos respondernos esta pregunta esencial ¿a cuál de esos señores de los afiches le vamos a entregar las llaves de nuestro futuro?
Infortunadamente no es obligatorio el voto por listas cerradas, modelo en el que se posibilita darle un mayor contenido ideológico a este tipo de elecciones, puesto que ahí estamos delegando en un partido – y no en una persona – por lo cual es más fácil pedir resultados y determinar responsabilidades.
La selección de los congresistas se convirtió por lo tanto en una actividad de microempresas electorales, en donde pesa en forma enorme la financiación y el respaldo de los puestos y contratos. Esa es la realidad, con muy contadas honrosas excepciones.
Hace unos meses un grupo de amigos me propuso que presentara mi nombre como candidato al Senado y ellos mismos me hicieron el balance de las debilidades y fortalezas que podría tener en un proyecto de esa naturaleza, igualmente mencionaron las cifras que tendría que gastar, las de verdad, no la de los topes ingenuos que regula la ley.
Desde el punto de vista económico era y es un despropósito invertir centenares de millones de pesos, o más, para tener una curul y cumplir con el cometido mencionando de legislar y controlar. A menos que el propósito sea otro, este factor hace improcedente la democracia representativa. Por eso quizás se hundió la reforma política que traía más vigilancia sobre este punto. Mientras no cambie el mecanismo de financiación de los partidos y los candidatos, seguirá sonando la misma música para que bailen las mismas con los mismos.
Entonces, se termina votando o por conocidos, o por referencias, o por retribuir un favor,  a veces por regionalismo, y también tristemente, en muchos casos, se vota a cambio de unos pesos, o de un puesto prometido (lo tuyo va bien). Debemos ir más allá, el voto tiene que ponderarse como un premio, como un reconocimiento a una hoja de vida, a unas propuestas, a unas ejecutorias y a una actitud.
Soy un optimista de la vida y por eso creo que todo puede ser mejor, que las cosas pueden cambiar, que hay que intentarlo, que en estas circunstancias se puede votar bien, que la gente no debe ni puede vender su voto y que a veces se nos presentan oportunidades para darle un nuevo rumbo a nuestras vidas colectivas.
En el fondo quiero dejar de añorar a los dirigentes de antes. Soy un enamorado de la historia, especialmente de la nuestra, pero cada que termino un libro me queda una gran melancolía por el tiempo que estamos perdiendo.

domingo, 17 de marzo de 2013

Semana Santa en Popayán, según Geomundo


La revista Geomundo publicó en 1981 un articulo sobre la Semana 
Santa de Popayán, que a pesar de los años transcurridos es como
si se hubiera escrito hace poco tiempo. Esta Red de payaneses la
reprodujo en 1999 y por su actualidad, la exponemos al lector 
nuevamente.

Cordialmente,
***
SEMANA SANTA EN POPAYAN
26 de marzo, 1999
De: Mario Pachajoa Burbano

Hace 18 años la revista Geomundo publicó un artículo sobre la Semana Santa en Popayán, acompañada de 9 hermosas fotos. Hé aquí algunos párrafos.
     La Semana Santa o Semana Mayor, es el más importante evento de Popayán, celebrado año tras año, sin interrupción, desde 1558. Las procesiones y celebraciones de Semana Santa les proporcionaron identidad a Popayán y los popayanenses. Parece que no hubiera payanés alguno que no perteneciera a una cofradía, las hermandades de los que organizan las procesiones. Todo el pueblo se propone la misma tarea: !hacer de cada celebración la mejor!
     Gente tranquila, pausada, orgullosa y altiva, con cierto criterio del arte, los popayanenses han hecho que su ciudad tenga siempre aire de museo. En otras partes, las fiestas tradicionales van desapareciendo, pero en Popayán se defienden sus procesiones y romerías, protegiéndolas del ataque del urbanismo moderno.
     Todas las procesiones van acompañadas por multitudes de peregrinos, y miles de visitantes que recibe Popayán para esta ocasión. Bandas y orquestas interpretan música sacra, coros de monjes, sacerdotes y civiles entonan cánticos gregorianos por las calles. Todos los pasos o imágenes sagradas proceden de los mejores talleres de Quito, de Sevilla, otros de Italia, de Bogotá y de la misma Popayán. Son montados en plataformas y portados por cargueros. Este oficio es un honor que se merece y generalmente es una tradición que se hereda de familia en familia, desde hace siglos. Es tan grande el honor de cargar un paso que si un carguero se fatiga y tiene que ser reemplazado, esto se considera una gran deshonra.
     Para los cargueros se instituyó la Orden de la Alcayata, exclusiva de ellos, aunque también admite a los Síndicos de la Semana Santa y algunas personas que, a juicio de los directores merecen esa distinción. Fue creada en 1950, y sus decanos son los cargueros con más de 60 años de edad y que hayan participado en la celebraciones por espacio de, por lo menos, 35 años ininterrumpidos.
     Las solemnidades de la Semana Santa se abren con la celebración del Viernes de Dolores, tres días antes del domingo de Ramos. Esta conmemoración de los Dolores de Nuestra Señora se la ofrece el pueblo de Popayán a la preciosa imagen de esta virgen, conservada en la iglesia de San Agustín. Según la tradición, esta imagen fue traída de España en el siglo 18. En torno a ella se congregó una cofradía erigida canónicamente, cuyos miembros la enriquecieron con trono, daga y rayos de oro y plata y la tocaron con una maravillosa corona imperial de plata dorada.
    La apertura oficial de la Semana Santa se inicia el Domingo de Ramos, con una procesión que sale de la Capilla de Belén que fue erigida en 1681 por el rico artesano Juan Antonio de Velasco en honor del patrón de la ciudad: el Santo Ecce Homo. (Hay que recordar que estos párrafos fueron escritos hace 18 años). Dos pasos salen este día: El Santo Ecce Homo, figura del siglo 17, de Cristo sentado y coronado de espinas y la del Señor Caído, ambas de tamaño natural.
     El Martes Santo miles de peregrinos desfilan con velas encendidas custodiando a la Virgen de los Dolores. Sale del templo de San Agustín, con 13 imágenes. Cada imagen va saliendo de la iglesia en medio de muchas luces. Un gran Cristo preside la procesión y detrás van los acólitos, de sotanas rojas, con campanillas y matracas. Una banda toca un réquiem.
    El Miércoles Santo es la procesión Penitencial del Amo Jesús, que sale de la Ermita, única construcción que quedó en pie del terremoto de 1736, la más antigua de la ciudad construida en el siglo 17. Testimonio de su antigüedad es el retablo del altar mayor, rematado en el águila bicéfala, perteneciente al escudo de los Austria europeos. Las flores de esta noche son de color rosado. Aquí desfila una imagen del Cristo del Perdón, toda de plata.
    El Jueves Santo sale la procesión de San Francisco, la iglesia más hermosa y ricamente ornamentada de toda la ciudad. De gran pureza arquitectónica, su estilo colonial barroco la distingue de los demás templos. En su interior guarda antiguas pinturas quiteñas, estatuas, muebles y ornamentos religiosos, pero tal vez alcanza su mayor esplendor en su fachada y su púlpito, que la han convertido en la más interesante muestra del barroco del virreinato de Nueva Granada. Las flores son rojas. El paso de la Veracruz lleva un precioso crucifijo, totalmente de plata, que tiene incrustado un pedazo de la verdadera cruz de Cristo.
    Esta noche sale, desde hace 45 años, el famoso paso "El Cachorro", réplica del paso sevillano del mismo nombre. Esta réplica fue ordenada por Guillermo León Valencia, cuando se encontraba de Embajador en España. El escultor fue el connotado artista y escultor español José Ascencio Lamiel.
El Viernes Santo sale la procesión de Santo Domingo, iglesia de estilo barroco arcaico, que guarda numerosas imágenes talladas en madera, entre las que sobresale la de Nuestra Señora del Rosario, escultura española del siglo 16, de estilo churrigueresco. Morado es el color de las flores. Entre sus pasos sobresale el Santo Sepulcro, hecho de madera y adornado de marfil y carey, con incrustaciones de plata y, dentro, la imagen de Cristo que reposa en muerte.
Este año saldrá por primera vez el espectacular nuevo paso El Cristo del Descendimiento. Este paso fue proyectado, realizado y financiado por el arquitecto Luis Eduardo Ayerbe González.
El Sábado Santo se conmemora anticipadamente la Resurrección de Cristo. La procesión comienza a las 10 de la noche y la preside la imagen de Cristo Resucitado, junto con San Miguel Arcángel y María Magdalena. Con esta procesión se clausura la Semana Santa.
FESTIVAL DE MÚSICA RELIGIOSA.
Paralelo a la Semana Santa, se celebra también en Popayán, el Festival de Música Religiosa, certamen de alcance internacional, en el que se presentan famosos cantantes , solistas, orquestas, directores y coros de Colombia, y de diversos países americanos y europeos, que interpretan música religiosa y música clásica en los diferentes templos.

INVITADOS

Un largo listado de personalidades forman parte de los invitados especiales con ocasión de la última Semana Santa del presente siglo.
Margot Valencia de Prada nos cuenta que el Cachorro "... lo hizo el escultor Lamiel, que llevó a Popayán Guillermo León y permaneció por algún tiempo en nuestra ilustre ciudad. No recuerdo su primer nombre, pero me parece verlo: era un señor muy bajito y delgado y vivió con su familia, en una pequeña casa frente del Palacio Nacional en la carrera 3a. Creo que esa casa era de mi gran amiga Clemencia Cajiao de Velasco..."""

viernes, 15 de marzo de 2013

UN SANTO DE LA IGLESIA DE GUIDO ENRIQUEZ


UN SANTO DE LA IGLESIA
Guido E. Enríquez Ruiz
En 1898 llego a Pasto un español a quien el entonces vicepresidente de Colombia Miguel Antonio Caro había hecho nombrar obispo para que le colaborara en la persecución que el partido conservador, desde el gobierno, llevaba con saña y rabia contra el partido liberal por ser éste, en aquellos tiempos, abanderado de la justicia para todos, de la educación para el pueblo, de la libertad de prensa, de opinión, de enseñanza y de cultos. Algunos años antes el partido liberal en el poder y  representado por jefes como Tomás Cipriano Mosquera, José Hilario López, Manuel Murillo Toro y Eustorgio Salgar, presidentes que fueron de la República, había buscado que Colombia fuera para todos los colombianos, con un mejor reparto de la riqueza y de las oportunidades, la supresión de odiosos privilegios, la equidad en el régimen contributivo, la democratización de la enseñanza, el respeto a todos los ciudadanos y un digno régimen de libertades ciudadanas. Todo esto le ocasionó al Liberalismo el odio de la Iglesia Católica y, de contera, del partido Conservador, que ha sido el de la secta religiosa dominante en Colombia. Es de notar que el pueblo raso no distinguía ideología política ninguna y que, como ovejas, seguía a los jefes; todos, además, eran católicos  e igualmente pagaban diezmos y primicias, daban la limosna en las misas dominicales y, siempre obligados por la Iglesia, muchas veces legaban a ésta todos sus bienes cuando morían.  Sin embargo y a sabiendas de que así era, el agustino Ezequiel Moreno Díaz, obispo de Pasto desde 1898, tenía la misión, y la asumió con mucho gusto, de ayudar a exterminar a los que se llamaban liberales, pues decía Caro que la mayoría de ellos en Tumaco e Ipiales era un peligro para la mayoría conservadora de Pasto y Túquerres. El obispo, fiel a su cometido, se empeñó en una despiadada persecución a los liberales aunque sin dejar de reclamarles y recibirles diezmos, primicias, ofrendas y hasta legados. Predicaba desde el púlpito, en tiempos en que la Iglesia tenía gran crédito en el pueblo ignorante, que “matar liberales no es pecado” y así fue el autor intelectual de horribles matanzas aprovechando la impunidad que en esos tiempos había para esta clase de individuos. Hablaba de la “defensa de la Religión” porque un gobierno liberal había asignado impuestos  a las numerosas y grandes propiedades de la Iglesia que antes no tributaban; y otros enormes despropósitos, como afirmar que el gobierno del Ecuador, que representaba el liberal Eloy Alfaro, era, por ser liberal, un peligro para Colombia y además pidió al presidente Manuel Antonio Sanclemente una considerable suma “para combatir a Alfaro”. Con el fin de “exterminar a los liberales” puso a la orden de los conservadores el dinero de la diócesis que en esos días de fanatismo era de muy buen caudal. Una de las víctimas de este sanguinario promotor de la violencia  fue el célebre caucano Avelino Rosas, luchador en Colombia por las libertades ciudadanas y en Cuba en favor de la independencia de la isla, a quien especialmente odiaba el español Moreno por estas dos circunstancias. El general Avelino Rosas fue asesinado por partidarios del obispo en Puerres (Nariño) el 18 de septiembre de 1901, a los gritos de “Viva el Sagrado Corazón de Jesús y la Virgen de las Mercedes”. A este criminal instigador de la violencia en Colombia lo encumbró al rango de santo de la Iglesia el papa polaco Juan Pablo II. Sobran los comentarios.

poema de GLORIA CEPEDA

OTRA VEZ, MAESTRO
             
                  Para Antonio Machado, en su luz
 
Anoche te visité otra vez
varón en flor sobre la medianía
de tanta y tanta gente.
¿Te dijeron
que tu apacible sombra seguiría
cuando ya no estuvieras?
No compartimos campos ni ciudades
pero sé de tu abril
¡Bienvenido poeta
ola que parecía llegar siempre de lejos!
Tuviste la humildad que da la inteligencia
dime entonces: si somos espejos verticales
¿por qué no hemos logrado liberarnos
del fuego horizontal?
Préstame tu equipaje
necesito cruzar este desierto
que no sé adónde va.
 
Gloria Cepeda Vargas

CAMINO DE PAZ NACIONAL, OPINION DE AMADEO GONZALEZ


CAMINOS DE PAZ NACIONAL

AMADEO GONZALEZ TRIVIÑO

Si el único problema social y de paz que afecta nuestra nación radicara en la presencia de las FARC, no dudaríamos en considerar que cualquier intento de negociación o de acercamiento con dicho grupo sería suficiente para volver a creer en la solución de los problemas nacionales. Pero la realidad es otra. Una sociedad desmoronada por una clase política corrupta, por unos gobernantes ineptos y por unos funcionarios judiciales que no están comprometidos con la Administración de justicia, se suma al igual que los alzados en armas, a ese desequilibrio social, económico y político que vivimos a diario, cuando se legisla y se gobierna para favorecer a los potentados y entregar nuestros recursos mediante concesiones y dádivas a las trasnacionales e imperios económicos extranjeros.

Las soluciones para alcanzar la paz nacional, deben estar aparejadas a un cambio radical en la estructura política nacional. Un juicio de responsabilidad histórica que tiene que llegar, tarde o temprano. Donde las formas de la desigualdad que se entrelazan entre otros con el salario mínimo, la desprotección de inmensas mayorías que nunca cotizaron, frente a las pensiones millonarias y sobre todo, a sueldos y salarios ejecutivos que desangran al Estado, o los beneficios a la banca privada con el 4 por mil, entre otros, hacen parte de un gran legado que de no solucionarse, no podrá convocarnos a la paz.

La ausencia de leyes estatutarias en salud, educación e inversión social, deben enseñarnos, que nuestra sociedad está al garete de los oportunistas, que necesitamos controles efectivos. Que hospitales y clínicas estén al servicio de todos los ciudadanos, al igual que los centros educativos y universitarios en forma gratuita, y con la simple cédula de ciudadanía o documento de identificación, se pueda acceder a sus servicios a cargo del Estado. La salud y la educación son un compromiso y una tarea que solo puede ser manejada por éste, descartando la participación privada en su ejecución y administración.

Todas las concesiones estatales, departamentales y municipales, deberán revertirle su administración, para que a través de sus propios gobernantes se manejen sus recursos, sus inversiones y sus dividendos se conviertan en fuente de nuevas obras, para ello, los funcionarios deben ser  seleccionados y sometidos a toda clase de controles: Procuraduría, Contraloría y Administración de Justicia, no debe ser manejada al vaivén de las prebendas o de las influencias de uno o de otro, como sucede hoy en día, para manipular los resultados o dejar de aplicar los fundamentos constitucionales y legales que determinan su actuación en cada una de ellas, en las etapas propias de la función social de quienes administran y manejan los recursos del Estado. Estamos lejos de ver la posibilidad de que esto suceda, con las formas de corrupción que se patrocinan de lado y lado.

Un amigo me advertía que si se hiciera un plebiscito o una consulta popular para legitimar en la Constitución Política la CORRUPCION, todos los colombianos accederían a su inclusión, como forma de reconocimiento de la dura realidad que vivimos.

Por estas pequeñas píldoras, es que somos escépticos de un proceso de unidad nacional o de reconciliación, ya que no existen compromisos de la actual clase política, ni de sus dirigentes, ni de sus colectividades en hacer que algunos de éstos sueños, sueños de un hombre en medio del conflicto, edifiquen una paz y viva la democracia, como ha sido concebida por otros pueblos tras muchas luchas y sacrificios a lo largo de su historia,  quizá un día podamos hacerlos realidad.

jueves, 14 de marzo de 2013

EL VERBO, COLUMNA DE RODRIGO VALENCIA


EL VERBO, LA PALABRA ORIGINARIA

Rodrigo Valencia Q – Donaldo Mendoza
Especial para Proclama del Cauca

R: —Se la repito, porque siempre la recuerdo, me obsesiona esta cita del Apocalipsis: “Hizo que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos, se les imprimiese una marca en la mano derecha y en la frente, y que nadie pudiese comprar o vender, sino el que tuviera la marca, el nombre de la bestia o el número de su nombre”

D: — ¡Qué fuerza, qué actualidad... tiene esa frase del Apocalipsis!

R: —La fuerza y el poder de la pureza.

D: —Es una buena razón para volver a leer ese libro, con mayor atención y paciencia.

R: —Es para mí el libro más misterioso, interesante e incomprensible de la Biblia. No tenemos las claves para interpretarlo correctamente y, alegando como los cabalistas, es un texto hermético en el verdadero sentido de la palabra, "sellado con siete sellos, para los fines del Señor", como dice otro libro sagrado.

D: —Así es. Cuando lo leí, hace tiempos, quedé con una sensación de inferioridad: incapaz de entender la mayoría de cosas que allí se decían. Como si lo hubiese leído en una lengua desconocida.

R: —Es lengua desconocida, cabalística, mística por excelencia; y para evitar que la iglesia lo alterara, el inteligente Juan puso al final unas cuantas maldiciones a quien se atreva a cambiarle algo.

D: —Jajaja. Más que inteligente, astuto; o las dos cosas.

R: —Admiro a ese hombre; creo que fue realmente el único discípulo que desentrañó cabalmente las enseñanzas del maestro; el "iniciado" en sumo grado. Si se mira bien, Cristo, en su libro profético, no es un personaje de la historia sino el dios, la divinidad interna en cada uno, "aquél a quien hay que adorar en espíritu y en verdad".

D: —De acuerdo. El cuarto evangelio es el teológico por excelencia. Deja de ser historia, es mito glorificado.

R: —El cuarto evangelio es la historia secreta que nadie conoce porque nadie la ha vivido. El evangelio del misterio del Verbo encarnado. "Se hizo carne", que para mí quiere decir: el espíritu se hizo materia en toda cosa y en todos y cada uno de nosotros (primera instancia); después (segunda instancia) hay que "encarnar" esa divinidad en nosotros, descubriéndola, viviéndola, hasta que, en lenguaje de San Juan de la Cruz, el alma se "diviniza". Pero esto no es para las multitudes sino "para los pocos".

D: —Caramba con esos pocos. También la buena literatura es elitista.

R: —No considero el Apocalipsis de San Juan literatura; es Sabiduría escondida, de la Inefable.

D: —Aunque no fue eso lo que quise decir, aprovecho para decirlo: es, el evangelio de Juan, de la más alta literatura. Sólo los textos literarios pueden trascender y resistir el tiempo.

R: — "La más alta literatura". Toca la cumbre, de donde no se vuelve a bajar; incluso, se dejan atrás las palabras y los mundos. Desde allí escribió "el discípulo amado de Jesús".

D: —Así es. Ya es una realidad hecha de verbo, de lenguaje, de espíritu.

R: —El Verbo, la Palabra, nacida desde la fuente. No es la palabra vulgar; es la Palabra Originaria.

D: —Quizá no se le ha puesto suficiente atención a este asunto. El autor y su biografía van desapareciendo, en proporción inversa a como crece el espíritu que nace del lenguaje, la palabra, el verbo. Cervantes cada día existe menos y don Quijote cada día es más realidad. Al menos para los niños que empiezan escuela sólo pueden dar cuenta de don Quijote y su escudero. Y por supuesto Dulcinea es mucho más mujer que nuestras reinas de belleza.

R: —Creo que nunca desaparecerá San Juan; me parece que el Verbo, Dios, están bajo la fama de su discurso teológico. Me acabo de dar cuenta de que los autores sacros adquieren supremacía sobre el tema que tratan; por ejemplo, se dice: San Pablo dice de Dios tal cosa... Eckahrt tal otra, Boheme considera... etc., etc. El Verbo son ellos expresando su naturaleza particular. De ahí que tengan autoridad para llevarnos con sus consideraciones y enseñanzas.

D: —La biografía de Juan no nos interesa en lo mínimo. Los exegetas bíblicos dicen que Marcos, Lucas, Mateo y Juan no corresponden a personas particulares, que simplemente son nombres comunes de la época que se usaron para darle nombre a cada evangelio. "San Juan dice que..." es una muletilla para darle "credibilidad" y autoridad a eso que se va a decir; por la misma razón que no se cita a autores muy jóvenes cuando queremos apoyar un argumento. Yo suelo citar a Agustín con aquello de "Señor, hazme casto, pero no demasiado pronto". Ni siquiera sé a ciencia cierta si eso es de Agustín, ni siquiera he leído a Agustín.

R: —Sí, esa cita es de San Agustín, en Las Confesiones. En cuanto a que los evangelistas no son tales sino nombres "simbólicos", parece que es cierto; pero eso no quita la importancia que adquirieron esas "personas". Toda historia necesita un nombre, y si es el de alguien, mejor, para ser más creíble.

D: —"Confesiones" que en muchos momentos debieron ser confusiones.

R: —No, ya ve; es un libro preclaro y hermoso, autobiografía; pero yo prefiero y leo más otras obras suyas: Meditaciones, Soliloquios, Manual y Suspiros. Los leo, los vuelvo a leer; tienen gran poder sobre mí, me atraen con fuerza especial.

D: —El autor queda disuelto en el lenguaje, en el Verbo. Por ejemplo, hablando de sus personajes, Marguerite Yourcenar distingue la persona y la sustancia. Ella está en la sustancia, no en la persona ("Yo no soy Adriano"). Y luego confiesa: "Cuántas veces, por la noche, y al no poder dormir, he tenido la impresión de tender la mano a Zenón, que descansa de existir acostado en el mismo lecho (...) Este ademán físico de tenderle la mano a ese hombre inventado lo hice más de una vez. Añadamos enseguida para los imbéciles que leyeran esta nota que, si bien contemplé a menudo a mis personajes haciendo el amor (y a veces con cierto placer carnal por mi parte), nunca se me ocurrió imaginarme uniéndome a ellos. Uno no puede acostarse con una parte de sí mismo".

R: —Dios queda disuelto en sus obras; por eso nadie lo conoce. Ellas lo tragan, lo tornan incognoscible. Dios es el gran desconocido.

FRANCISCO I

En la biografía de Marguerite Yourcenar, escrita por Josyane Savigneau (Alfaguara, 1991), leí ayer estas líneas: "Guardo un terrible rencor a la religión tal como nos la enseñaron, por haber falseado hasta tal punto y desecado a Dios". Agrega: "De todas las grandes religiones, el cristianismo, y el catolicismo en particular,  es la que me parece más atetada de dogmas. Un budista puede meditar hasta el infinito sobre la budeidad (...). El catolicismo, por el contrario, ha insistido más cada vez sobre la literalidad de los dogmas. Se podría decir que hay un fundamentalismo católico igual que hay un fundamentalismo protestante (...)"

A mí, particularmente, me ha gustado la elección del papa Francisco I. Tengo dos lecturas: 
1) es jesuita,  esta ala del catolicismo ha sido  la más estudiosa, se puede decir que llegan a pensar libremente; por ej. no le dan mayor importancia a la resurrección en cuerpo de Jesucristo, si lo que trasciende es el espíritu para qué cuerpo. En suma, Cristo gana su carácter divino con su muerte corporal. En ese orden, los jesuitas son más reflexivos, eso puede llevar a una reforma profunda de la Iglesia, proclive hoy al culto exterior de las imágenes, la milagrería y toda esa tendencia a la exterioridad de los ritos, sin profundizar la fe interior. 

Se percibe un empobrecimiento de la razón, y en cambio hay mucho oído para los pregoneros del fin del mundo y toda clase de terrores sobre pecados, culpas... y no es raro que le den un rol protagónico al Maligno. Adiós amor, adiós libertad, y esperanzas marchitas... 

2) la adopción del nombre Francisco conlleva un fuerte mensaje: el cristianismo, y en particular el catolicismo, debe renovar sus votos de pobreza (humildad, caridad), "algo huele mal en el Vaticano". Y ustedes me acompañarían en una tercera lectura: América (postaborigen) es un continente nuevo; un papa americano puede llevar renovación a la Iglesia. Un abrazo de cristiano, DONALDO MENDOZA.